Este 18 de Febrero se activa formalmente el Ciclo lectivo 2015 y comienza a cerrarse el 2014. Como todo final hay evaluaciones y reflexiones. Pero con el inicio llegan deseos, anhelos, desafíos, miedos, objetivos y sobre todo hay personas. Porque de eso se trata la educación: del vinculo entre personas. Educadores y educandos.
Ya sea en jardín, primaria, secundaria, o niveles superiores, el vinculo que se establece es una relación desigual por el "capital simbólico" con el que cada uno cuenta. No es algo que tiene que horrorizar a los educadores pensar que no están en igualdad de condiciones que los que aprenden. Pero no debemos dejar de asumir que nosotros, los educadores, tambien aprendemos y nos equivocamos. Que los "alumnos" (termino poco feliz pero muy difundido en el ámbito educativo) tambien pueden enseñar. Esa posición desigual nos da a todos responsabilidades y deberes. Ninguno de los dos actores de este hermoso proceso de "enseñanza-aprendizaje" queda a la espera de lo que el otro haga. Ambos debemos tener la iniciativa para que sea fecundo. Pero, quien se pone en el lugar del Educador (termino que tambien le cabe ser repensado) tiene la responsabilidad de tener FE y ESPERANZA en los Educandos, de no espantarlos, de abrirles puertas, de estimularlos a descubrir, criticar, re-pensar. De hacer ellos su propio camino. Por su parte, los Alumnos, tienen la responsabilidad de confiar en ese Educador, que le permitirá experimentar. Partiendo de la básica, pero muy a menudo olvidada, premisa de la diversidad de carismas o habilidades, nos invito a pensar en lo que podemos hacer (de lo bueno y de lo malo) cuando tenemos o dejamos de tener ESPERANZA con quienes trabajamos.
Esto me surge a partir de ver la película "Kung Fu Panda" 1. Les dejo al final un link en donde pueden verla completa y en castellano.
Cuando uno arranca un año tiene contenidos mínimos, nodos, planificaciones y objetivos que cumplir. Pretendemos que todos alcancen esos "saberes", quien puede más, mejor, pero ponemos una vara que marca el piso. Entramos al aula y arrancamos a trabajar cómo si quienes estuvieran en frente nuestro fueran los mismos que el año anterior, que hace dos años o más. Retomamos esquemas, formas de trabajo, ejercicios y lecturas que alguna vez nos dieron resultado y esperamos que esta vez tambien lo hagan. En ese caso le trasladamos la responsabilidad al estudiante: "si no funciona, si no lo aprende es porque no le dedico lo necesario".Pocas veces nos detenemos a evaluar al grupo, a conocerlo. Ahí empieza a fallar la "pata" del vinculo humano. Alguno en el grupo se engancha con la propuesta, entiende y nos da una señal positiva. Así sentimos que lo que hacemos esta bien y avanzamos. Pero en el grupo tambien hay Pandas. Esos alumnos, necesitan una forma distinta de ejercitar de vincularse, de estudiar. No todos nacieron con las mismas habilidades, no a todos los podemos tratar de la misma manera. Pero lo más cómodo para el docente es sacarse la responsabilidad de encima y ver que si funciona en algunos tendría que funcionar en el resto, de esta manera la culpa es del otro. Así, el maestro "Shifu" primero de decepciona por tener que enseñarle a uno "distinto" al que no cree digno de ese lugar. ¿Cuantas veces pensamos que quien esta sentado en el aula no tendría que estar ahí solo porque no nos parece? Luego de ese mal trago trata de que "Po" haga los mismo que los otros "guerreros" de la misma manera. Así la frustración empieza apoderarse de un entusiasta panda que ya no sabe como responder a lo que el maestro le exige.
"Po" comenzaba su camino lleno de ganas y anhelos, pero un docente subido a un pedestal trabó esa energía decido a frustrarlo. Pensemos un instante si los modos con los que trabajamos en el aula sirven para todos, si no deberíamos diversificarnos, buscar estrategias que den respuesta a las necesidades de todos. A vece es difícil, lo sabemos, pero ¿quien necesita más de nuestra creatividad y de nuestra energía? ¿El que entiende rápido o el otro? ¿Porque nos pasamos el año forzando métodos y dinámicas que no llegan a todos? ¿Por qué no nos hacemos cargo de estimular en todos una luz de ESPERANZA?
"Po" soñaba con ser "Guerrero Dragón". Una vez elegido, el sistema de entrenamiento (maestro y compañeros) se encarga de frustrarlo, de volver negativa toda su Fe. Así él, que ansiaba como nada eso que tenía delante suyo, lo ve como algo ya lejano que no era su lugar. El tan común "ya fue, igual me la llevo" "yo soy malisimo para esto".
Por suerte en la película, espero que a esta altura ya la hayan visto, las cosas cambian, "Shifu" se da cuenta por donde pasa el interés de "Po" y empieza a entrenar de una manera que le resulta estimulante y atractiva. Establece un "Andamiaje" dirían los teóricos del aprendizaje. Eso, tan sencillo y complejo como detectar por donde pasa el interés del estudiante es lo que le permite recobrar la esperanza a en si mismo a "Po". Ahí si, con un maestro interesado en enseñar y que tiene expectativas en su alumno. y este ultimo que tiene confianza en quien le enseña, el camino empieza a andar. El Alumno entiende, descubre capacidades que tenía y vuelve a ser feliz aprendiendo. Y el maestro feliz de que el Educando avanza.
Este camino no es fácil, uno puede obnubilarse con las habilidades de los "Tai Lung" y pensar que todos deben ser así, o conformarse con la obediencia y respeto de los "Guerreros Legendarios" y estancarse en la mediocridad del "cumplir".
Este año que comienza, año de cambio en nuestro país debe ser para repensar nuestras practicas, de salirnos de la modorra institucional que nos tiene cómodos y que le traslada los problemas a los estudiantes. La enseñanza-aprendizaje es un proceso de a dos o más, pero nunca se da en un solo sentido, si nos cerramos a lo que ya sabemos e hicimos estamos condenados a la frustración (nuestra y de los otros). En cambio si aspiramos a escuchar y entender a los demás, probablemente ganemos en felicidad y alegría por parte de todos.
Esto solo se logra con ESPERANZA, en que podemos detectar las habilidades de cada uno y que van a poder ir haciéndose camino ellos mismos. Y se logra con CONFIANZA en que otro quiere lo mejor para uno, por parte de los alumnos para con los maestros y viceversa.
Para concluir:
"Ofrecer unos conocimientos, proponer unos valores, despertar unas posibilidades y compartir la propia fe, son tareas que solo pueden tener un motivo: la confianza en que esa semillas se desarrollaran y producirán fruto a su tiempo y a su manera. Educar es apostar y aportar al presente y al futuro. Y el futuro es regido por la esperanza"
Card. Jorge M. Bergoglio Sj. "Educar: Exigencia y Pasión" Pág. 64
Link para ver la película: http://www.repelis.tv/4974/pelicula/kung-fu-panda.html
Mendez E. Agustín
No hay comentarios:
Publicar un comentario